23 noviembre, 2012

COMIENDO PERDICES


Después de comer perdices o por qué las mujeres son boludas e insisten en enamorarse

 Rita Gardellini



Sólo hasta que llegué al segundo capítulo no descubrí que el libro, en realidad, lo componen varios relatos, y además escritos desde distintos puntos de vista: el de la mujer y el del hombre. Hay originalidad en ellos, y un asomo de crítica oculto entre sus líneas.
“Después de comer perdices…”, una excelente miscelánea de relatos analizados desde la mirada crítica de ambos sexos. La verdad, no me han dejado indiferente tus historias. Es como un estudio del comportamiento humano en sus relaciones sentimentales. Y ciertamente, si se me obligara a decir cuál es el lado negativo, sería quizá mi dificultad (por otro lado normal) a la hora de encajar en mi mente las conversaciones. En Argentina, ya te dije, habláis de un modo distinto. Sin embargo, eso es lo que le proporciona frescura al libro: lo llevas a ese nivel popular, muestras el idioma de tu gente y lo expones sin apoyarte en ningún recurso. La riqueza del idioma de Sudamérica sobrepasa, a veces, al propio vocabulario español. Como diríais vosotros: ¡Es lindo!
Algunas me han gustado más que otras, pero en todas ellos encuentro algo hermoso, quizá parte del alma del autor, y eso me satisface mucho. “Después de comer perdices…” me ha gustado, como ya te dije, quizá por su originalidad, su fuerza o ese modo bifrontal de ver la vida, como una de esas miradas cúbicas de Picasso. Las tuyas son unas historias crudas, íntimas, y sobre todo cargadas de erotismo. 

Me ha gustado mucho Soledad, como más sobrio y humano. 

RITA GARDELLINI
El primero, el de Cenisiente tiene su "punto", por aquello del sentimiento epicúreo del príncipe, la hombría del herrero y la necesidad de satisfacción de Cenisiente. 
Simona y Selma, historias de amor y sexo... sexo y amor según las dos perspectivas de los personajes. Dicen que la mujer ofrece sexo a cambio de amor, y que el hombre ofrece amor a cambio de sexo. Es triste, pero es una cruel realidad. Personalmente intento aunar ambos sentimientos en uno sólo. Y aunque es cierto que los Géminis somos dualistas, en algunos casos nuestros pensamientos resultan unívocos, de un solo significado. De ahí que no terminara de convencerme el personaje masculino de Selma. Hay una frase que, aunque es posible que así sea, me niego a aceptar. Y es esta: 
"Ningún hombre es amigo de una mujer pasional y bella, es imposible". Es como pensar que todas las mujeres rubias, atractivas y de cuerpo escultural, son incapaces de ser personas cultas e inteligentes. Son prejuicios equivocados. 
Porque es cierto que los prejuicios influyen mucho en la relación de amistad, pura amistad sin sexo, entre un hombre y una mujer. Y estos prejuicios tienen, la mayor parte de las veces, nombre de mujer. ¿Te acuerdas de aquella frase primera que te subrayé?:
"Ningún hombre es amigo de una mujer pasional y bella, es imposible". Eso lo escribiste tú, y yo no estaba de acuerdo, y sigo sin estar de acuerdo. Pero otros pensarían que sí. Por eso me afecta de algún modo. 
Y ahora hablemos de Paula. Este relato refleja cierta conformidad. Ella acepta las infidelidades de su esposo. Es el último escollo que ha de sortear una mujer que lo ha perdido todo, incluso el amor del hombre que convive con ella, el cual prefiere mantener sexo con alguien más joven que él. Eso ocurre todos los días, en todas partes del mundo, y es triste.
Brenda es una joven de su tiempo: desenfadada, idealista, supersticiosa a veces y muy desinhibida. Es curioso como algunas jóvenes se encaprichan de hombres tibios, hombres que sólo avivan la pasión cuando se les incita. Ella es un personaje entrañable, él me gusta menos. En realidad, prefiero la parte femenina de los relatos. Un final frío y realista como la vida misma. Me gusta. 
Lidia es la típica "Maruja", como decimos acá a las amas de casa aburridas de una vida análoga y repetitiva. Mujeres que se casan con el hombre equivocado, hombres que incurren en el mismo error. Y luego, con el tiempo, se da uno cuenta de que todo podría haber sido distinto si...
No es que sea de mis favoritos, pero esconde mucha verdad.
En Fiona, Néstor adquiere toda la atención del lector. Es un don Juan de pacotilla, cebado, ególatra, un castigador que produce más compasión que admiración. Hay muchos Néstor desperdigados por esta santa tierra. Tiene el final que se merece.

Carina, una mujer que busca en la pasión un modo de adentrarse de nuevo en el amor, después de que se echara a perder su matrimonio con otro hombre. Ella lo pasa bien con Gerardo, su amante, pero sabe que sólo es eso: fuego en un instante; y luego, humo y ceniza. Su relación no va a ningún lugar. Eso a él no le importa mucho, solo desea la parte física de Carina. Hay algo de soberbia en el personaje masculino. Hay un texto que me ha gustado:
"Un quiebre entre épocas, minifalda, labial y tacos pero ni locas lavan un plato; que le abrás la puerta, le pagués el convite pero no se te ocurra subestimarlas porque te agujerean el hígado con su mirada de asco y entre los absurdos: no creen en príncipes ni almas gemelas pero no logran ver las relaciones sexuales como lo que son: la manera más lógica y simple de relación entre el hombre y la mujer"
Tan cierto como la vida misma.
Amelia, otra mujer en busca de emociones fuertes, pero que a la vez está supeditada a una ley moral que le impide aceptar ciertas bajezas, como permitir que un stripper se le refriegue de forma sicalíptica. Para ella es patético, y yo, personalmente, también lo creo (tanto en los hombres como en las mujeres). Y sin embargo, ella le propone amistad, amistad verdadera entre ambos, a pesar de la diferencia de edad. Él acepta sus condiciones, pero finalmente tendrá que olvidar a todas ellas por su futura familia. ¿Sabes?, al margen de Brenda creo que este relato es el que más me ha afectado. Creo en la verdadera amistad entre el hombre y la mujer, pero no todos lo entienden así.
Triana, un nuevo coloquio entre las dos caras de la moneda: amor y sexo... sexo y amor. La ternura batalla con la pasión, la mujer vive y siente el amor... el hombre lo convierte en auténtica basura. Es la maldición de la sangre en el hombre, falta de sentimiento. La mejor parte, ésta:
Me hubiera gustado ser la primera en darte un beso de cumple apenas pasadas las doce.
Me hubiera gustado prepararte el pollo con arroz que te gusta –aunque no creo que te durara una comida tan común estando de cocinera-, para que me dijeras que es el mejor que probaste.
Me hubiera gustado regalarte un traje negro para desnudarte, empezando por la corbata, la única prenda con la que yo quedaría vestida.
Me hubiera gustado que supieras al menos cómo tomo el café.
Me hubiera gustado que me extrañaras.
Me hubiera gustado no ser con vos… yo misma. 

Este párrafo es exquisito. Sólo por él merece la pena haber leído el libro. En conjunto, me ha gustado mucho, unos más que otros, eso sí.


 FICHA TÉCNICA:
Título: DEPUÉS DE COMER PERDICES O POR QUÉ LAS MUJERES SON BOLUDAS E INSISTEN EN ENAMORARSE.
Autora: Rita María Gardellini Cavido
Editorial: UNR EDITORA, Rosario, Argentina. 2011. 
96 páginas: 21 x 14 cm.
ISBN 987-950-673-917-1
Diseño de tapa: Hilén Daiana Mainella
Ilustración de autor: Hilén Daiana Mainella
En e-book. Re edición 2012
113 páginas

A la venta en las librerías en Rosario, Argentina.
En España

7 comentarios:

esquinaparadise.blogspot.com dijo...

Una buena reseña. Sin negar la emoción ante la lectura y mostrar las preferencias, no renuncia al rigor del análisis. Esta conjunción de lo uno y lo otro despierta mi interés lector, por lo que la intención del reseñista se ve cumplida.
Enhorabuena, amigo.
Y mi enhorabuena también a Rita Gardellini.
Mi abrazo a ambos desde Canarias.
Antonio Arroyo.

Celluz Celeste Luz - Betsy Plaza dijo...

Estupenda reseña que invita a dar pronta lectura al libro. Los relatos muy bien seleccionados para brindar una idea de los matices de los distintos personajes. Creo que al darle lectura coincidiré con el que cita Ericson como "La mejor parte", pues esos "Me gusta...", han formado parte de mi propia vida y han sido esbozados con una belleza poética muy particular. Éxitos para Rita por su estupenda y original creación. Gracias por la maravillosa reseña Patrick Ericson.

esquinaparadise.blogspot.com dijo...

Nancy Chiappara Muy bueno el comenterio y la reseña de cada personaje. De todas las mujeres descritas la que menos me gustó es Triana por esa necesidad de ser "humilde", su falta de autoestima. No sé. También me demuestra el comentario que eres muy psicóloga al transmitir el sentir de tantas mujeres con realismo. Me despertó gran interés el libro. abrazo Rita Gardellini. hari om

Anónimo dijo...

La verdad que es un libro para no dejar pasar!Es muy interesante y tienes sus encantos que te atrapan a la hora de leerlo!Lo recomiendo!
saludos

Yami Castillo dijo...

Un libro espectacular! Me encanta la elocuencia de la autora, las distintas miradas en los distintos sexos, en algunos casos me he sentido identificada. Altamente recomendado. :)

Carmen Martínez Gimeno dijo...

Tiene muy buena pinta, y para mí el hecho de que esté escrito en español argentino es un aliciente más. Me encanta disfrutar de los sabores particulares que tiene nuestra lengua común en los distintos países. Lo apunto a mi lista de lecturas pendientes.

ritamgardellini dijo...

En febrero aparecerá la reedición en las librerías españoles. Se suman perdices y "Febe. Relatos con labial.

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